¿Qué son las sondas vesicales? Las sondas vesicales son productos sanitarios de un solo uso, e instrumentos con forma de tubo y de composición, calibre, longitud y consistencia variable.
Se introducen a través de la uretra, hasta la vejiga urinaria, para evacuar la orina contenida en su interior o bien instilar líquido a través de la misma, con fines diagnósticos o terapéuticos.
¿Para qué se indica el sondaje vesical? Las sondas urinarias se utilizan para:
- Control de la cantidad de la diuresis.
- Recoger muestra de orina estéril, cuando no se puede obtener por los medios habituales.
- Determinar si persiste orina residual después de una micción espontánea.
- Permitir la cicatrización de vías urinarias tras la cirugía.
- Realizar irrigaciones vesicales en caso de hematuria (lavados), o administrar medicación con finalidad de diagnóstico o tratamiento.
- Mantener seca la zona genital en pacientes incontinentes en situaciones especiales, como es el caso del tratamiento de escaras, úlceras o dermatitis de contacto en la región genitourinaria o sacra de difícil manejo.
Información
Antes de realizar un sondaje vesical hay que informar al paciente sobre la finalidad del procedimiento. Primero le explicaremos que le vamos a realizar la higiene de los genitales. Luego pediremos su colaboración a la hora de realizar la técnica y le tranquilizaremos, ya que si el paciente está nervioso la técnica será más difícil de realizar.
Le explicaremos paso a paso lo que estamos haciendo. Cuando hayamos introducido la sonda un poco pediremos al paciente que respire profundamente para facilitar la entrada de la sonda.
Le explicaremos paso a paso lo que estamos haciendo. Cuando hayamos introducido la sonda un poco pediremos al paciente que respire profundamente para facilitar la entrada de la sonda.
Intimidad
Preservaremos su intimidad lo máximo posible cerrando ventanas y puertas, poniendo un cartel en la puerta que especifique que se está realizando un sondaje vesical y no se puede entrar. En el caso de que la habitación sea compartida, correr las cortinas o colocar un biombo.
Preservaremos su intimidad lo máximo posible cerrando ventanas y puertas, poniendo un cartel en la puerta que especifique que se está realizando un sondaje vesical y no se puede entrar. En el caso de que la habitación sea compartida, correr las cortinas o colocar un biombo.
Procedimiento
Informar al paciente.
Lavado higiénico de manos.
Colocación de un protector debajo de los glúteos del paciente.
Colocación de guantes de un solo uso.
Lavado genital.
Coger todo el material necesario para el sondaje vesical.
Lavarse las manos con jabón antiséptico.
Colocación de guantes estériles.
Colocación de tallas estériles, delimitando así el campo de acción. En el campo estéril podemos colocar el material estéril (entre las piernas del paciente).
Comprobar el balón de seguridad de la sonda, introducien-do 10 ml. de aire, esperar unos segundos y sacar el aire.
Poner en la jeringa 10 ml. de suero fisiológico.
Lubricar la sonda con vaselina anestésica procurando no obstruir los orificios proximales.
Introducir la sonda sin forzar unos centímetros.
Pedir al paciente que respire profundamente para facili-tar la entrada de la sonda.
Coger con firmeza la sonda cuando empiece a fluir la orina y conectarla a la bolsa colectora.
Hinchar el balón de seguridad y comprobar que está bien fijada.
Retirar el material y colocar cómodamente al paciente.
Fijar la sonda al muslo del paciente y a la cama.
Informar al paciente.
Lavado higiénico de manos.
Colocación de un protector debajo de los glúteos del paciente.
Colocación de guantes de un solo uso.
Lavado genital.
Coger todo el material necesario para el sondaje vesical.
Lavarse las manos con jabón antiséptico.
Colocación de guantes estériles.
Colocación de tallas estériles, delimitando así el campo de acción. En el campo estéril podemos colocar el material estéril (entre las piernas del paciente).
Comprobar el balón de seguridad de la sonda, introducien-do 10 ml. de aire, esperar unos segundos y sacar el aire.
Poner en la jeringa 10 ml. de suero fisiológico.
Lubricar la sonda con vaselina anestésica procurando no obstruir los orificios proximales.
Introducir la sonda sin forzar unos centímetros.
Pedir al paciente que respire profundamente para facili-tar la entrada de la sonda.
Coger con firmeza la sonda cuando empiece a fluir la orina y conectarla a la bolsa colectora.
Hinchar el balón de seguridad y comprobar que está bien fijada.
Retirar el material y colocar cómodamente al paciente.
Fijar la sonda al muslo del paciente y a la cama.
Diferencias entre el sondaje masculino y el femenino: En la mujer debido a la proximidad de la uretra y la vagina, se puede cometer el error de introducir la sonda en la vagina en vez de en el orificio uretral. En tal caso, cogeríamos otra sonda y empezaríamos de nuevo. También hay que tener en cuenta la longitud de la uretra; la uretra femenina mide de 4-6,5 cm. y la masculina 14-16,5 cm. En el hombre es importante, que al principio el pene esté en posición vertical, cuando se haya introduci-do unos 7 cm. se hará descender el pene para que pase bien la sonda por la próstata.
Mantenimiento
Características de la bolsa de diuresis para prevenir infección:
Que la bolsa sea estéril.
Que tenga una válvula antirreflujo.
Que tenga una válvula de vaciado.
Mantenimiento de un paciente con sondaje permanente
Realizar la higiene de los genitales del paciente con agua y jabón varias veces al día y lavar la parte distal de la sonda con solución antiséptica.
Fijar la sonda de forma que no esté tirante y permita la movilización del paciente.
Cambiar la bolsa una vez al día, y siempre que sea oportuno.
Que la bolsa no toque el suelo.
Que la bolsa esté a una altura inferior a la vejiga.
Tras 7 días de permanencia de la sonda, controlar la posible aparición de infección.
Características de la bolsa de diuresis para prevenir infección:
Que la bolsa sea estéril.
Que tenga una válvula antirreflujo.
Que tenga una válvula de vaciado.
Mantenimiento de un paciente con sondaje permanente
Realizar la higiene de los genitales del paciente con agua y jabón varias veces al día y lavar la parte distal de la sonda con solución antiséptica.
Fijar la sonda de forma que no esté tirante y permita la movilización del paciente.
Cambiar la bolsa una vez al día, y siempre que sea oportuno.
Que la bolsa no toque el suelo.
Que la bolsa esté a una altura inferior a la vejiga.
Tras 7 días de permanencia de la sonda, controlar la posible aparición de infección.
Precauciones al movilizar a un enfermo sondado:
Pinzar la sonda.
Procurar que la bolsa quede siempre por debajo de la vejiga.
Registro
Después de haber efectuado el sondaje vesical se anotará:
La hora de colocación de la sonda.
La razón del procedimiento.
El tipo de sonda utilizada y el calibre.
Si se ha realizado alguna prueba con la orina emitida, el color de la misma y su aspecto.
La cantidad de orina evacuada.
Las molestias que manifieste el paciente tales como dolor o escozor.
Después de haber efectuado el sondaje vesical se anotará:
La hora de colocación de la sonda.
La razón del procedimiento.
El tipo de sonda utilizada y el calibre.
Si se ha realizado alguna prueba con la orina emitida, el color de la misma y su aspecto.
La cantidad de orina evacuada.
Las molestias que manifieste el paciente tales como dolor o escozor.
¿De qué materiales están hechas las sondas vesicales? Las sondas pueden ser de muy diferentes materiales, y los más utilizados son el látex, el látex siliconado, la silicona pura, el polivinilo y los poliuretanos.
Látex. De uso muy frecuente, sin embargo las sondas de látex pueden provocar alergia en las personas alérgicas al látex. Para evitarlo existen sondas de látex recubierto por una capa de silicona.
Silicona: Los catéteres de silicona son los que presentan mayor biocompatibilidad y a igualdad de calibre exterior, mayor calibre funcional (luz interior), por lo que pueden ser más finas y tener por tanto mejor tolerancia.
Tipos de sondas
Según el calibre: Los calibres deben seleccionarse según el sexo, la edad y características del paciente:
- Mujeres: CH 14 y 16.
- Varones CH 16-18-20-22.
- Pediátricas: CH 06–10.
Según la longitud:
- Masculinas: 40 cm.
- Femeninas: 20 cm.
- Pediátricas: 20 cm.
Las sondas utilizadas para el vaciado por autosondaje intermitente son diferentes a las utilizadas en el sondaje permanente.
Según el tiempo de permanencia del sondaje:
El sondaje intermitente es el principal tratamiento de la incontinencia causada por daño medular o daño de los nervios que controlan la micción, y que producen incontinencia con mal vaciado de la vejiga. Consiste en la introducción de un catéter o sonda en la vejiga, a través de la uretra, para vaciarla de orina. La frecuencia del sondaje dependerá del volumen de orina diario y de la capacidad de la vejiga (3-4 sondajes diarios) y se realiza por el propio paciente o sus cuidadores (autosondaje).
Sondaje permanente, en el que la sonda es mantenida en su lugar por un balón que se hincha con aire o agua al colocarla. Está indicado en casos de intervención quirúrgica, para controlar la diuresis, o cuando es necesario mantener una vía de drenaje o de lavado continuo de la vejiga. Una sonda permanente debe cambiarse cada 15-20 días, aunque las sondas de silicona pueden mantenerse un periodo más largo hasta de 2-4 meses.
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