viernes, 10 de diciembre de 2010

Incontinencia urinaria, soluciones

La incontinencia urinaria es mucho más frecuente de lo que habitualmente se piensa; sólo en EE.UU. hay 25 millones de personas que tienen problemas para controlar su vejiga, y aproximadamente el 80 % de los que sufren este problema son mujeres.
Afortunadamente existe un amplio abanico de opciones de tratamiento. Se estima que en la actualidad alrededor del 80% de los casos de incontinencia urinaria pueden ser curados o mejorados notoriamente.
La incontinencia urinaria no es una enfermedad sino un síntoma (manifestación de alguna perturbación), de modo que su tratamiento o erradicación dependerá de la causa de ese síntoma. Por este motivo es importante, antes de iniciar cualquier tratamiento, que el especialista realice el diagnóstico de su problema de incontinencia.
Por ejemplo, muchas veces el simple cambio o remoción de alguna medicación que venía tomando desde hacía un tiempo (tal vez incluso sin indicación médica precisa) puede ayudarlo a superar el problema; en otros casos, ciertos cambios en la dieta o modo de alimentarse pueden mejorar la situación.

Es necesario aclarar que no siempre se trata de mejorías tan sencillas como las ya mencionadas. Puede ser necesario recurrir a diversas tácticas de tratamiento, de manera progresiva o en forma secuencial, es decir, si una no funciona, adoptar otra.


Existen, básicamente, 3 tipos de tratamientos para enfrentar el problema de la incontinencia vesical o urinaria:


  • Técnicas de cambios de conducta (conductistas)



  • Medidas farmacológicas



  • Intervenciones quirúrgicas




  • Comenzaremos a entender como es el tratamiento basado en el cambio de conductas.
    Los procedimientos conductistas se refieren a técnicas de cambios de conductas relacionadas con la micción o el entrenamiento de los músculos que se utilizan en la micción.

    Actividades propias para personas ancianas, que forman parte de un programa en “ancianos activos” en todas las esferas.

    Esquema miccional.Se aplica particularmente para ancianos, postrados en cama o con afecciones progresivas como la enfermedad de Alzheimer. Consiste en llevar el paciente a orinar cada 2 a 4 horas, antes de que se produzca la pérdida espontánea. Al evacuar la orina a intervalos cortos se evita que la vejiga se llene.



    Retención vesicalEsta técnica, si bien conserva el principio de orinar a intervalos reglados, trata de que esos intervalos sean cada vez más espaciados. De este modo, se “entrena” a la vejiga, procedimiento que resulta útil para la incontinencia de urgencia o mixta.

    Rehabilitación de la musculatura pelvianaSe puede practicar de modo exclusivo o combinado con otros procedimientos como la terapia del biofeedback, el entrenamiento con peso vaginal, la estimulación del piso pelviano y la terapia magnética. Todas estas técnicas serán explicadas con detalle en otras notas.

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